jueves, 26 de febrero de 2009
The Wrestler. Wrestling + Sweet Child O' Mine= carne de gallina durante un cuarto de hora
Después de haber visto El Luchador (The Wrestler) no volveré a ver los combates de Lucha libre de igual manera, ni miraré de igual forma a los luchadores de Wrestling. y eso que yo soy un aficionado a ese deporte espectáculo, por lo que yo ya llevaba mucho ganado cuando fui a ver la película, pero cuando muestra la cara oculta, los vestuarios, el sufrimiento, los "painkillers", es demoledor. Me hace respetar mucho más a estas personas.
Pero empecemos, como siempre, por el principio. Cuando escuché por primera vez que Darren Aronofsky. estaba dirigiendo una película sobre Wrestling no me lo podía creer. Era uno de mis directores favoritos, a pesar de no haber ido a ver The Fountain por el simple hecho de que la temática no me atraía lo más mínimo. Cuando además supe que el protagonista iba a ser Mickey Rourke mi interés se incrementó. Y cuando vi las primeras imágenes empecé a pensar que allí podía haber algo grande. El primer luchador que se me vino a la mente cuando lo vi fue Shawn Michaels, aunque probablemente no esté inspirado en nadie en concreto.
Aunque la Lucha Libre esté usada como trasfondo, y se podría haber usado otro deporte para contar la historia, creo que no hubiera funcionado de la misma manera. Esta película, aunque trata de una persona que triunfó, ha caído, y quiere levantarse otra vez, está irremediablemente unida al Wrestling, es el Wrestling, y se respira el amor y el respeto que sus responsables sienten en cada toma.
Además, ver a Rourke luchar, y hacer llaves y movimientos acrobáticos, e incluso un salto suicida es una maravilla, y eso sin contar con el puntazo que se marcan al incluir un combate hardcore, lo que habrá dejado descolocado en su sillón a más de un espectador neófito.
Por si esto fuera poco, y que cuenta con uno de los mejores y más emotivos finales de la historia del cine, al ritmo del Sweet Child O'Mine de los Guns N' Roses, la mejor parte de la película es aquella en la que los protagonistas deben defenderse de los golpes que les da la vida, la parte de la película que se desarrolla fuera de los rings, que es la mayoría, esa parte de la película que le ha valido a Mickey Rourke su vuelta al olimpo de los dioses (sin olvidar que dentro del ring también lo hace) y a Marisa Tomei el demostrar que no hay papel que se le resista.
Y eso también se debe en buena parte a su director, que nos demostró, en Requien for a Dream que sabe rodar un drama más duro que la vida misma.
En fin, vayan ustedes a ver The Wrestler y disfruten cada minuto, y después, pregunten a un experto y véanse, mientras todavía tengan la piel de gallina por ese glorioso final, alguno de los mejores combates que nos ha dejado ese maravilloso deporte espectáculo que es el WRESTLING.
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1 comentario:
Es demoledora.
Yo no pude levantarme al acabar. Estuve allí tirado escuchando el tema de Springsteen. Mis amigos tuveierno que obligarme a levantarme. Yo ´no quería que acabase. Quería ver más de Randy The Ram.
Qué injusticia, qué injusticia lo de los orcars. No me lo podía creer. Se lo tendrían que haber mandado por correo a Rourke.
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