Impresionante Watchmen

Watchmen produce sensaciones. Intensas. Y eso es sinónimo de buen cine. De muy buen cine.

Como amante de los cómics, en teoría debería haber ido condicionado a ver la película, pero yo hace mucho tiempo que deje de ir al cine esperando ver una traslación exacta del papel a la pantalla, pues no es eso lo que lo que hay que buscar, son dos medios distintos, y cada uno aporta matices distintos.
En el propio nombre va implícito, adaptación, aunque precisamente, aquí el director Zack Snyder ha sido profundamente fiel a la obra original, y ha sabido captar a la perfección el espíritu del cómic que causó toda una revolución en los tebeos en la década de los 80.
Y no era nada fácil, pues no en vano está considerada por muchos como una obra maestra, y está llena de matices, referencias y no es fácil de leer, digerir, y mucho menos adaptar.



Aún así, y con todos estos handicaps, Snyder, que ya se había enfrentado a otra adaptación de un tebeo antes (300) cogió el toro por los cuernos y se puso manos a la obra, y visto el resultado, creo que no lo podría haber hecho mejor, y eso a pesar de que Alan Moore, el guionista de la obra, se negó a aparecer en los créditos (cosa por otra parte habitual, pues reniega de cualquier adaptación al cine de sus obras). Menos mal que sí contó con el asesoramiento en todo momento del dibujante Dave Gibbons, y eso se nota bastante en la parte gráfica y estética y en el amor por la obra que desprende cada plano.

La película tiene unos títulos de crédito sencillamente espectaculares que podrían pasar perfectamente a la historia como uno de los mejores, con la canción de Bob Dylan The times they're a changin' sonando de fondo, y es que la banda sonora original es otro de los puntos fuertes de la película, incluyendo verdadero clásicos de las décadas de los sesenta, setenta y ochenta, reforzando en cada momento las sensaciones que el director quiere transmitir.
Incluso la música incidental encaja a la perfección.

El casting también es absolutamente acertado, perfecto, donde solo chirría, a mi parecer, Ozymandias, estando sin embargo los actores que encarnan a los demás personajes casi todos soberbios, sobresaliendo por encima de todos, Jackie Earle Haley en el papel de Rorschach. Considero un acierto la elección del director de no haber elegido a grandes estrellas.



Es en definitiva, este Watchmen, una película valiente, que dudo que muchos otros se hubieran atrevido a hacer, que respeta el cómic, que le es fiel, que mantiene su espíritu, su complicado discurso, que utiliza los recursos del cine para proporcionar momentos muy intensos, como la maravillosa escena de amor entre el Doctor Manhattan y Sally Jupiter en Marte.

Una película a la que el tiempo le dará la razón. y si Moore la ve, también.