domingo, 18 de julio de 2004

Más cosas leidas



Os voy a comentar algunos tebeos que he leido hace tiempo y que por falta de idem no he podido rese?ar aquí:
- Firebreather: de Hester y Kuhn, publicado por Aleta Ediciones me ha sorprendido muy gratamente; tanto por el planteamiento inicial como por la frescura del tebeo. Imaginaros un dragon del tama?o de un rascacielos que se enamora de una mujer y tienen un hijo, un poco rarito eso si. Además, por problemas insalvables, se separan. ?Cómo será la vida de este adolescente?
- No te quiero, pero...: es una de las novedades más interesantes de las que salieron este Salón. Es Fermín Solís en estado puro, con su mejor estilo de dibujo y contándonos la vida de unos jovenes de hoy, con sus virtudes y sus defectos, y algún que otro secretillo claro. Un pedazo de "rodaja de vida" en una cuidada edición de Astiberri
- Caminando por las colinas de arena: seguimos con Astiberri y el último tebeo publicado por Luis Durán.Esta vez el autor situa la trama en el Lejano Oeste, aunque bien podria haber sido en cualquier otra época, pues sus personajes, arquetípicos, son atemporales. Una bonita a la vez que dura historia de busqueda personal y superación que nos muestra el verdadero Oeste. Durán te atrapa desde la primera página y realiza una obra redonda, superior a las últimas que había parido.
- El faro: también publicado por Astiberri es la úlima obra de Paco Roca, autor que no se prodiga mucho en el mundo de los tebeos. Situado en la guerra civil espa?ola, pero llena de magia y fantasía y cierto espíritu de Dalí, así como influencias de cuentos infantiles, gráficamente es una maravilla, utilizando un bitono azul que nos deja estampas preciosas. El problema de la trama, que se lee con facilidad, es que suena demasiado a ya leido, aunque quizás lo importante no sea el final, sino el viaje.

- En la prisión: de Kazuichi Hanawa narra los a?os que el autor tuvo que pasar en prisión por posesión de armas. Narrado más como si de un documental se tratara, el tebeo no consigue llegar a enganchar lo suficiente, aunque si sorprende el modo en que el autor describe todo, e incluso se siente satisfecho y agradecido de estar en esa situación. Sorprendente, muchos occidentales no terminarán de entender la mentalidad de este auor, pero merece la pena aunque solo sea por saber las diferencias tan abismales que existen entre esta cultura y la nuestra. Con respecto a la edición, Ponent Mon tiene que mejorar, pues tanto el dise?o como la traducción tienen un nivel un poco bajo.

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