Salón del Comic de Barcelona

Bueno, he estado yendo al Salón del Comic de Barcelona más de 10 años y el año pasado fue el primero al que no fui durante mucho tiempo. Y el año pasado era el año de los cambios..
Este año he vuelto a ir, principalmente porque me habían vuelto a nominar (si alguien que está leyendo esto tiene la cifra oficial de las veces que Cabezabajo ha estado nominado, por favor, que me la pase), y la verdad, ha merecido la pena. Los cambios del Salón, con respecto a los de años anteriores son brutales. Para empezar, el Hotel donde se alojan los invitados es una verdadera maravilla, un hotel de 4 estrellas justo enfrente del Recinto del salón.
El propio Salón ahora está ubicado en un sitio creado especificamente para estos menesteres, la Fira de Barcelona, y eso es un autentico avance. Un espacio más amplio, y sobre todo mejor habilitado. Servicios, bares en el interior, restaurantes de todo tipo en el exterior, salas de conferencias, de exposiciones etc..
Y en la organización también se ha notado una gran mejoria.
Lo mejor, por supuesto, es volver a ver a gente que solo sueles ver una vez al año y que te alegra mucho volver a ver. Yo me pasé casi todo el dia en el Stand del Fanzine Enfermo.

Y llegamos a los premios, cuya ceremonia también ha mejorado ostensiblemente.
Para empezar, se realizó en un salón del propio hotel. Una presentación elegante y nada estridente y un catering excepcional... y lo mejor claro, que me dieron el premio. Premio que no me esperaba, os lo puedo asegurar. Y desde aquí quiero agradecer a todos aquellos que han votado año tras año a Cabezabajo. No creo que esta vez haya ganado la calidad, pues todos los nominados tenían una calidad increible (ya sabeis mi debilidad por el Fanzine Enfermo) sino la perseverancia, el esfuerzo, y el amor que llevo en la sangre por hacer fanzines, y es que se dice pronto, pero llevo más de 14 años pariendolos.... Y aprovecho desde aquí para dedicarle el premio a todos los colaboradores que han participado en este proyecto y a Mónica, que debido a un retraso en los aviones no pudo asistir a la ceremonia, y que me faltó en ese momento.
En fin, que esta ha sido mi minicrónica, como siempre atropellada en el blog, pero que os servirá para haceros una idea.

Ah, como anecdota deciros que casi no puedo volver a Madrid, y es que llevaba el premio en la mochila, y al pasar por el control de seguridad del aeropuerto, la máquina de rayos x no podia traspasar el metal del que está hecha la figurilla. Lo tuve que sacar y explicarles lo que era. Me dejaron pasar de milagro...