Había una vez un tipo al que le gustaban mucho los tebeos. Le gustaban los tebeos, pero también escribir sobre ellos. Se junto con unos amigos y decidieron montar un fancine, se llamó Mierda p'a tu serebro. Duró 6 números.
Después de esto los demás abandonaron pero él se dio cuenta de que llevaba el virus de la edición en la sangré, así que decidió seguir en solitario y crear el fanzine Cabezabajo. Esto le reportó muchas alegrias y muchos amigos. También premios, uno que no quiero ni mencionar aquí y el del Salón Internacional del Cómic de Barcelona después de varias nominaciones. Y es que el fanzine Cabezabajo estaba en fase terminal.
Por el camino el tipo había ido editando otras cosas, tebeitos en grapas de amigos, una revista llamada Buen Provecho, había montado una editorial paralela llamada Ediciones Balboa y se estaba semiprofesionalizando. Además, las ideas con las que nació Cabezabajo ya no rondaban por su cabeza y para sacar un producto que no fuera el Cabezabajo, mejor matarlo, como al gato Fritz.
Mientras tanto, hubo un conato de colaboración con Edicions de Ponent y empezó a dirigir la Colección Dominó para Dolmen Editorial.
Su proyectos más personales, los más arriesgados siempre aparecieron bajo el sello Cabezabajo Ediciones. Echadles un vistazo y si os molan, pues buscadlo en las mejores tiendas de comics y comprároslo leches ( si os apetece, claro).
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