Estos dias he visto dos películas.
- Zatoichi: de Takeshi Kitano. El balance general es que no me gustó. Es decir, no me disgustó pero tenía más cosas en contra que a su favor. La película narra un pequeño trozo de vida de Zatoichi, un samurai ciego que, parece ser, se dedica a desfacer entuertos. De esta manera se verá envuelto en una trama de venganza de unas hermanas contra los asesinos de su familia. La película peca de lenta (si, es un problema que jamás podré solucionar con los japoneses) y las escenas de lucha resultan un poco lamentables, y el uso del ordenador nefasto. En su haber, algunas bonitas escenas, la importancia de la música, algunos pasajes duros narrados de forma magistral y el final, inesperado, y que demuestra lo que se le va la olla a Kitano. En definitiva, sabor agridulce.
- 21 gramos: de Alejandro González Iñárritu si que me ha gustado enormemente. Un duro drama que narra las vidas cruzadas de 3 personas y que hará que el espectador piense, y mucho, en el sentido de la vida, en la inutilidad de las cosas, y, sobre todo, en el azar. Narrada de forma magistral como si de un puzzle se tratara, al final todas las piezas encajan. Si a todo eso le añadimos las soberbias interpretaciones de Sean Penn, Benicio del Toro y Naomi Watts, tenemos una excelente película. Ahora a ver si saco tiempo de ver Amores Perros.
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