Ayer vi Drive y me decepcionó bastante. No se si fue porque iba con unas expectativas muy altas, ya que parecía que había unanimidad entre la crítica en nombrarla la mejor película del año, pero el caso es que salí defraudado.
El argumento de Drive no tiene nada de original, y es la típica historia de atraco, traiciones y amor. Nada que objetar, pero las críticas parecían indicar que nos encontrábamos ante una nueva forma de hacer cine, que el director había creado un nuevo lenguaje, algo así.
El caso es que no, algo de acción, un protagonista anti-héroe arquetipo, una fotografía cruda, una dirección ´n pausada, que pretende epatar en momentos clave pero que en mi caso no lo consigue, y eso si, muy buenos acores. Ryan Gosling lo hace bien, ya que recae sobre él casi todo el peso del film, que está hecha pera que se luzca, pero el que lo borda es Albert Brooks.
En fin, lo que quiero decir es que no es una mala película, pese a que en algunos momentos casi me aburría, si no que no es para nada la obra maestra que nos han querido vender todos los críticos de este país.
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